El entrañable Wilson quiere navegar, le encantan los barcos, y se pasea con admiración por los pantalanes observando los veleros…. pero algo le impide disfrutar de la navegación! LOS REFLEJOS DEL SOL.
Para solucionar ese problema cuenta con la gran ayuda de una marinera que se encuentra limpiando su velero, que le explicará que sus “gafas mágicas” no sirven, y ha de comprarse unas gafas polarizadas.
El corto se transforma en este momento en una pequeña clase de física para ayudar a entender al pequeño Wilson como puede hacer desaparecer de su vida los molestos reflejos del sol.